Regalos responsables

Artículo publicado en Diario de Burgos el pasado 22 de diciembre, escrito por Jose Antonio, miembro de la ongd Persona Solidaridad

Apenas faltan unos días para que llegue la Navidad, aunque si nos fijamos en los centros comerciales y los anuncios de la TV parece que hace semanas que está aquí. Estos son, sin duda, unos días especiales de una u otra forma para casi todo el mundo: celebraciones religiosas, reuniones familiares, unos días de vacaciones, propósitos y planes para el nuevo año... y regalos; regalos para los más pequeños y para los grandes también, rebajas y compras en general.

Aún en estos momentos en que la situación económica es tan mala, todo el mundo intentará hacer un esfuerzo por comprar algún regalo a un ser querido, quizás disminuya la cantidad y el precio, pero seguro que este año se vuelve a romper mucho papel de envolver y las tiendas estarán de nuevo llenas el día 7 de Enero.

Sobre estas compras seguramente escucharemos en los medios de comunicación gran cantidad de recomendaciones, sobre como ahorrar recorriendo establecimientos, sobre la seguridad de los juguetes de los niños o acerca de cómo no dejarnos llevar por el frenesí consumista. Todas buenas y necesarias recomendaciones, y todas con el fin de protegernos y ayudarnos a nosotros mismos.

Poco o nada oiremos estos días relacionado con las otras partes implicadas en esas compras y regalos, con las personas que participan en su fabricación y con las empresas que se lucran con su venta. Nada se escribirá sobre los niños que fabrican en un país lejano el balón de tal marca o las zapatillas de la otra, para que jueguen los nuestros. Nadie hablará sobre la guerra del Congo originada por el coltán que nuestros teléfonos móviles y consolas de última generación utilizan. Porque parece que nos preocupa mucho (y así debe ser) si un juguete fabricado en China tiene productos tóxicos para nuestros niños pero muy poco si las personas que fabrican ropa para grandes empresas españolas en la India desarrollan enfermedades por los tintes tóxicos empleados.

Estos días, cuando vayamos a comprar un regalo o busquemos esa cazadora en las rebajas, preguntémonos, además de si es bueno para nosotros, si en su fabricación o comercialización se está haciendo mal a otros que están mucho más lejos (o no tanto). Que la distancia no sirva de excusa ni la falta de información de justificación. Es nuestro dinero, es nuestra compra, es nuestra responsabilidad. Por un consumo responsable.

ongd Persona Solidaridad
Jose Antonio Ausín Benito